Entrevistas

 

16-05-2022

The Dankoes, esencia nueva en el devenir del underground


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Entramos en otro mundo fantástico y mágico a través de letras y sonidos impactantes que Javier H. Ayensa, en colaboración con Juancho López y Jamie Shaw, ha conformado en un nuevo proyecto llamado The Dankoes, llevando la marca de FOLC Records y bajo título de "Some kind of Grit", recorren parajes musicales alrededor del blues, costa oeste y mas derivados en doce temas de calidad contrastada que infunden la posibilidad de transportar esas sensaciones de riffs, solos y voz a terrenos de vivencias y emotividad. Un excelente trabajo que aporta una esencia nueva en el devenir del underground estatal. Profundizamos con Javier en todo el contexto del disco.

Javier, tu debut discográfico llegó en el año 2014, con tus iniciales J.H.A.,ya pasados unos años, ¿cómo describirías a todos los niveles ese debut?

Pues como cagar un melón. Yo había pasado toda mi vida con un bloqueo creativo impresionante, creyéndome incapaz de componer nada digno de abandonar mi interior. Tuvieron que ocurrir una serie de factores de película de Woody Allen para que se removieran lo suficiente mis tripas, mi cabeza y mi corazón y saliera eso. Estoy muy orgulloso de ese disco y es una de las cosas que me ha llevado hasta este otro.

Cómo se podría explicar que hayas tardado tanto tiempo en sacar una nueva referencia.

El ochenta por ciento de este disco está escrito desde hace cinco o seis años, pero por circunstancias familiares y la película de ciencia ficción que parece que hemos vivido en los dos últimos, me fue imposible centrarme en el proyecto y finalizarlo

El cambio de tus iniciales a The Dankoes para este segundo trabajo, es como una especie de liberación interna dentro de tus parámetros musicales.

J.H.A., aunque sean mis iniciales, no me gustó nunca como nombre para un proyecto musical. Y cuando usé JHA Band para los conciertos, ya ni te cuento, eso parecía el nombre de una banda de reggae. No tenía sentido seguir con un nombre que no me gustara y me devané los sesos para encontrar algo que me convenciera como suena y no estuviera completamente vacío conceptualmente. Lo de la liberación interna de parámetros musicales es otra historia y un trabajo en constante evolución. Pero lo del nombre no tiene nada que ver con ello.

Por cuantas fases paso la elaboración del disco, debido a la presente pandemia.

Por tres o cuatro. En la primera grabé las bases con Juancho y Jamie y algún solo y toma vocal, que no me convencieron nada. Como el tiempo que habíamos reservado era muy limitado y yo vivo en Londres, decidí que no merecía la pena ir a toda prisa. Era mejor volver cuando lo tuviera mejor preparado, que en mi mente era en un par de semanas. Le dije a Hendrik “hasta dentro de unos días”, y pasaron casi ocho meses, por el segundo confinamiento. Luego hubo una fase mandarnos e-mail con mezclas hasta que estuvimos satisfechos y luego la masterización en Londres.

Simplemente escuchando el disco una vez te das cuenta de una calidad contrastada que tiene en letras oscuras y brillantes, al mismo tiempo, y esos reflejos de sonidos excelentemente llevados, trasladandote a unos años intensos de creatividad musical. ¿Qué bases sólidas querías para este “Some kind of grit”?

Lo único que quería en lo referente a los textos es que reflejaran vivencias y sentimientos reales y personales, de una forma no excesivamente manida. Huir de los clichés una y mil veces regurgitados en el Rock. Y no es fácil, ya que yo soy el primero que ama a las bandas que los han usado hasta la saciedad. Pero cada vez me cuesta más aguantar a bandas nuevas que repitan estos patrones, por lo que hacerlo yo hubiera sido para abofetearme. En lo musical te podría decir algo similar, pero no es tan obvio, ya que ahí las influencias son mucho más claras. Aún así, siempre tenía que buscar algún detalle que lo alejara de blues clásico, o country, o rocker de plantilla.

Pienso que el título del disco conlleva algún mensaje interior.

Sí, desde luego, de hartura, de “ya está bien de cagarla, majo, parece que tienes alguna clasede empeño en seguir en el caos más absoluto”

Explícanos cómo se desarrollaron las sesiones de grabación en Guitar Town con la ayuda de Hendrik Rover.

Pues, como ya te comenté antes, fue en varias tandas. Primero nos juntamos Juancho y yo en casa de Jamie, en un pueblo de Girona, para ensayar las canciones y llevarlo un poco preparado al estudio, ya que nunca habíamos tocado juntos. Estuvimos allí una semana. Desde allí condujimos hasta Muriedas, donde teníamos alquilado el estudio de Hendrik por cinco días. Grabamos las bases de guitarra, bajo y batería en los tres primeros. Me quedaba a mí hacer los overdubs de guitarra, solos y tomas vocales. Para el final del cuarto día ya me di yo cuenta que no iba a poder acabar todo antes del quinto, ni harto de todo lo que te puedas imaginar. Así que lo aplazamos un mes o así. O eso creíamos, porque llego el segundo confinamiento y fueron ocho meses. En la segunda tanda se grabaron ya todos los solos, segundas guitarras y todo tipo de overdubs. Hendrik ayudó con su sabiduría y grandes sugerencias para arreglos y para lo que “no hacía falta”. Bailar, no bailó, eso sí.

Has contado para este disco con el bajo de Juancho Lopez y Jamie Shaw en la batería.

Grandes músicos. Jamie es un auténtico maestro, con una pegada y una clase fuera de lo normal. De los que se mueven a lo Levon Helm mientras tocan. Yo con estos ya estoy ganado en cuanto los veo tocar así. Está en una banda de Londres llamada Norton Money que recomiendo encarecidamente. Y Juancho… ¿que te voy a contar de Juancho? Toca con Kurt Baker, Dogo, Paul Collins, Robyn Hitchcock, Peralta, Perrito Caliente. Lo que tiene es poco tiempo para dormir. Se ha convertido en un gran amigo y en un Dankoe por derecho propio. Le verás conmigo en los escenarios en breve.

Unas letras que vienen marcadas por vivencias tuyas.

Como también te comenté antes, para mí no puede ser de otra manera. No se me da bien escribir sobre otros, aunque he de confesar que en el anterior disco sí que hice alguna que no tenía nada que ver conmigo, como “Ether” Tengo unos cuantos temas sin grabar que tampoco son miradas para adentro. Pero no han entrado en este disco. Por ejemplo “Stop Hurting Yourself” describe unas gilipolleces muy gordas que nadie en su sano juicio debería hacer, como el narrador de la canción sugiere repitiendo el titulo de continuo. El narrador soy yo. Y el que hace las gilipolleces también y me temo que no me inventé ninguna.

A través de los doce temas de “Some kind of grit”; hay que resaltar los excelentes riffs, solos y medio tiempos llevados excelentemente en donde cada tema te traslada a un universo sonoro y porque no a momentos de blues, costa oeste que me haces irme directamente a mi juventud en los setenta y eso es de agradecer, pero destacar ante todo eso, esa gran personalidad propia que le das a cada tema, ¿Globalmente como enfocarías este disco?

Gracias por tus palabras. He de reincidir en que es un disco muy personal. Tiene sonidos que apuntan a los estilos que mencionas y a alguno que otro por ahí, pero sin embargo no se puede encajar el álbum en ninguno de ellos. Esto puede ser un hándicap dependiendo a quién se lo des aquí en Londres. Ni saben dónde meterlo ni saben dónde meterse ellos cuando te intentan decir lo que les parece. El concepto globalidad y este álbum no sé si pueden ir de la mano.

Que me podrías hablar de “It’s about time” y de “A Goal”.

Esas dos canciones fueron las últimas que escribí y las que por fin cerraron el círculo conceptual “estar en una situación de mierda  tratar de salir de esa situación” que rodea todo el disco. Ambas son mucho más esperanzadoras que cualquiera de la primera cara. Son en plan: “búscate una meta, ve a por ella, y deja de hacer el gañán” y por si no queda claro la otra te recuerda: “Y YA va siendo hora”. Los otros diez temas los tenía hace años, como te dije. Ahora ya no me encuentro ni de lejos como me encontraba entonces y hay unas cuantas canciones que he escrito últimamente que no pegaban ni con cola con el concepto que te he mencionado. Estas dos sí, y fueron las que me hicieron pensar, “ahora sí que tengo un disco que tiene sentido como unidad”.

Hago resaltar dentro del disco esas melodías panorámicas atrayentes a la vez que le das una interpretación profunda.

Me alegro de tu observación, pero no sé qué más decirte al respecto. Es lo que me sale, no está muy preparado para sonar a esto o a aquello.

Dentro de este artefacto hay dos partes mas definidas, una parte árida y mas oscura y otra mas alegre y positivista. ¿Es así?

Sí, en efecto. La cara A podría ser “Caída” y la B “Redención”. Las más vacilonas de la cara A musicalmente, como la que da título, “Let Me Shout” o “After Your Next Move”, si lees las letras te das cuenta de que son oscuras de cojones. Y quien oiga “Depression” o “Void” directamente puede pensar que estoy a punto de cortarme las venas. Lo cual no es el caso. De momento. La otra cara es un picnic, en comparación.

Javier, después de este excelente “Some kind of grit”; recién sacado del horno, ¿qué continuación tendrá en los próximos meses?

Ojalá la gente lo reciba tan bien como tú. Cuando veamos si ese es el caso planearemos cómo y dónde tocar. Y tras eso a volver a planear otro álbum, que ya tengo bastantes temas y no será tan jodidamente cenizo como este. Y lo digo con cariño, que estoy muy orgulloso.

Autor: The Profe

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