No había pasado más de media hora desde la apertura de puertas cuando Courtney Taylor salió a escena en solitario, se colgó la guitarra eléctrica y comenzó a interpretar “Your Ghost” de Kristin Hersh, “Every Day Should Be a Holiday” y “Welcome to the Monkey House”. Lo que parecía una prueba de sonido resultó ser el inicio del concierto, al instante salió el resto de integrantes -Peter Holmström (guitarra), Brent DeBoer (batería) y Zia McCabe (teclados)- y desde ese momento el sonido cambió, rugiendo con ferocidad el muro de psicodelia y garage que la banda de Portland ha patentado como propio, con permiso de The Brian Jonestown Massacre.

Comenzaron suave con “Be-In” para ir incrementando la intensidad según avanzaba la actuación con “Ride”, “Crack Cocaine Rager” de su nuevo álbum, “Not If You Were the Last Junkie on Earth”, “We Used to Be Friends” y “STYGGO”. Tras esta, Courtney comenzó a interpretar “I Love You” pero Zia se acercó a él y le susurró que era turno de “Arpeggio Adaggio” para posteriormente centrarse en “I Love You”, finalizando esta con una cortina de humo e improvisación de ruido prolongado durante minutos, incrementada por ese efecto particular amparado por dos guitarras, sin bajo, y el doble micro del cantante. Zia aprovechó para pedir otro ron con hielo dirigiéndose a la barra a lo que Courtney añadió “con mucho hielo”.

En el ecuador del concierto no podía faltar “And Then I Dreamt of Yes”, “You Were the Last High”, “Holding Me Up” o la archiconocida “Bohemian Like You”. Para la recta final dejaron “Horse Pills”, “Get Off”, “Godless” y “Pete International Airport” solapada con “Boys Better”, tras esta la banda se marchó del escenario quedándose Zia unicamente improvisando en solitario, pidiendo colaboración, puesto que se iba a lanzar al público para trasladarse hasta la barra y pedir otro ron con hielo. La actuación se daba por concluida. 

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Autor: Rafa García-Moreno