Vuelve a alegrar nuestro plato el trío más garrulo del planeta, en este caso haciendo conexión con Melbourne para hacer sangrar nuestros oídos repartiéndose las dos caras del disco con el infeccioso cuarteto aussie Drunk Mums vía Grabaciones de Impacto. E impacto es lo que produce “Destrúyete” desde sus primeros acordes, repitiendo la fórmula de andanadas como “Amor de mierda” o “La modernidad” para parir otro himno instantáneo celebrado por sus fans. Letra simplona y machacona sobre un sonido tan cafre como un tractor aplastando melones. En “Nada que Perder” atisban un intento de acercarse al punk melódico, mientras que en “Fetiche de Mierda” o “Qué Importa” juegan la baza de la abrasiva guitarra de Bicis, más certera que nunca gracias a la pericia de Mike Mariconda en la producción. Dejan para la posteridad un homenaje al Daimiel más subterráneo y callejero, del que proviene su bajista Ángel, con “Culebra”. Por el otro lado las madres borrachas atacan con otros seis temas que oscilan entre el lo-fi de “No Staunch” hasta la claramente stoogiana “Ode to Death”, con ese riff deudor del “No Fun” de Iggy y sus secuaces, dejando por el camino tonadas tan apreciables como “Hot Flush” y su coqueteo con el post-punk o la bullanguera “Powerslide” y su invitación al pogo, pareciendo por momentos una desquiciada combinación entre Devo y los Wipers. En resumen, otro artefacto que viene a confirmar el buen momento que vive la escena punk actualmente sin poses ni artificios y volviendo a las canciones de dos minutos y la sana mala baba.

Autor: Pepe Kubrick