HISTORIA RECIENTE.
En estos años, el grupo ha tenido que superar todo tipo de adversidades como pandemias, cambios de formación, y otras vicisitudes vitales. Aparte del desastre que fue la pandemia para toda la industria musical, el contratiempo más reseñable es la capitulación de uno de sus dos miembros fundadores, Borja Téllez. Este duro golpe dejó a Guillermo Sinnerman tocado, en un dilema entre abandonar o reconstruir el proyecto. No era tarea fácil, ambos amigos habían comenzado juntos su carrera musical 13 años antes, tenían una conexión especial y nunca se habían separado en ese tiempo. Tras varios intentos la formación se consolidó con Johnny Carlos al bajo y Álvaro Clemente a la batería pero la sombra del fin de la banda no dejó de estar en la mente de Guillermann, cansado de la constante lucha para mantener el proyecto vivo y con la acumulación de tareas derivadas de ser un agente 100% independiente en la jungla de la industria musical. En estos años la banda ha mantenido un perfil bajo, sin hacer publicidad ni sacar música. Eso sí, haciendo decenas de conciertos mientras encontraba la estabilidad para volver a ofrecer nuevo material discográfico. En la sombra, y de forma intermitente, Guillermann seguía trabajando en un álbum que fue abandonado varias veces y que pudo no ver nunca la luz. Después de una experiencia cercana a la muerte siempre cambia la percepción de la vida, se reordenan las prioridades y, en algunos casos, se halla un renovado sentido de propósito y de misión vital. Este es el caso. Los Bengala nos invitan a dejar atrás el pasado, afrontar nuestros miedos y mirar hacia adelante con optimismo, rompiendo con aquello que nos paraliza. Los Bengala se sacuden los complejos con una canción que propone un soplo de aire fresco en el repertorio de la banda, sin perder por ello un ápice de la esencia que caracteriza al grupo que ha canalizado sus experiencias en un álbum que promete conmover a los viejos fans y atraer a nuevos oyentes.
GRABACIÓN DEL ÁLBUM.
Sin duda la producción de este álbum tiene una peculiaridad que no suele ser habitual y es que el propio Guillermo Sinnerman (Guillermann), cantante y guitarra, ha sido el encargado de producir, grabar (en su mayoría) y mezclar el álbum (además de componer e interpretar sus partes) en su propio estudio Wild Lion Music. Este acaparamiento de tareas puede verse tanto como una heroicidad, o como una imprudencia, dependiendo de quién lo juzgue. Lo que es seguro es que demuestra la fe de Guillermann en el proyecto. Varios músicos participaron en la producción de un modo u otro. Se detalla a continuación. Los bajos se los repartieron entre Johnny Carlos (en su mayoría) y Guillermann En las guitarras además de Guillermann, participaron Johnny Carlos, Guillermo Esteban y Christian “TurboChrist” Oliva. El encargado de grabar las baterías fue Álvaro Clemente con la única excepción de “Me Estresa Todo”, grabada por el antiguo miembro Borja Téllez. La pre-producción de parte de las baterías fue trabajada por Alfonso Luna. |