Entrevistas
29-01-2018
Penniman Records, sabiduria y callo musical
Escribía Greil Marcus en uno de sus artículos en el “Village Voice” que el término “superviviente” se había desvirtuado hasta el punto de que cualquiera que se mantuviera cierto tiempo haciendo lo mismo podía ser considerado como tal, sobre todo en el mundo de la música. No obstante y a pesar de que el bueno de Greil me corra a gorrazos, no se me ocurre mejor manera para calificar a Enric Bosser, capo del label Penniman Records y guitarrista de los hipervitaminados The Meows. Sobre éstas y otras cuestiones hemos querido preguntar a Enric, poseedor de la sabiduría y el callo que dan décadas de dedicación al rock’n’roll.
SW: Empecemos por el principio. Penniman Records oficialmente nace en 1998, pero, ¿antes de eso habías tenido alguna experiencia de modo amateur en la compra/venta, coleccionismo, ferias, y todo ese submundo de cubetas de vinilos?
¡Buenas! Sí, alguna sí…De adolescente trabajé una temporada en Disco 100, una tienda bastante mítica de Barcelona, una de las pocas tiendas serias que no están en el centro. A mediados de los 90 monté Out Crowd Records –un catálogo de venta por correo- con mis amigos Chema y Víctor. Estuvimos dándole un par o tres de años y cuando chapamos ya empecé con Penniman.
Siempre he comprado discos, hace unos años muchísimos más que ahora, y me flipa investigar, descubrir bandas y sellos, pero no soy una enciclopedia ni una base de datos y nunca me he movido en círculos de coleccionismo y trapicheo. Miento: sí me he movido en esos círculos y mucho….me refería, resumiendo, a que nunca he comprado un disco usado para revenderlo o cambiarlo.
SW: Esta pregunta iba a caer tarde o temprano, o sea que preferimos soltarla ya, a lo bestia. Directamente, ¿se puede vivir de la venta discográfica?, Item más, ¿y de un sello discográfico?, ¿y de la conjunción de ambas?
Seguro que sí, se conocen casos. Yo lo único que he conseguido es vivir de esto días sueltos, a veces hasta he logrado empalmar varias semanas robándome pasta. Por suerte o por desgracia, la política económica del sello se asemeja más a la de un putero a primeros de mes que a la de una start-up escandinava y eso siempre dificulta las cosas a la hora de hacer planes a largo plazo…. pero bueno, el objetivo de Penniman nunca ha sido generar riqueza ni crear puestos de trabajo, así que no me puedo quejar.
SW: Aparte del tema de la piratería internauta, que desconozco hasta qué punto os afecta, ¿cómo afecta la existencia de webs de subastas o coleccionismo tipo ebay o discogs?, ¿crees que los compradores prefieren indagar en busca de originales antes que adquirir reediciones?, ¿qué puede aportar una reedición al coleccionista?
A estas alturas, yo tampoco sé hasta qué punto nos afecta la piratería y la verdad es que ya nunca pienso en ello. Hay quien elije pagar la música que consume y quien decide no hacerlo, unos porque no se lo pueden permitir y otros porque nunca lo han hecho y porque además consideran que la música hoy en día es gratis.
Siempre mola apoyar al tendero de tu ciudad o comprar directamente a los sellos, pero creo que es perfectamente compatible con la caza de originales y demás. No veo a Ebay o a Discogs como el enemigo o como algo chungo, ambas plataformas te permiten ir al grano como comprador.
Imagino que lo que el coleccionista más valora en una reedición, además del contenido (extra o no), es la presentación, el sonido y la, digamos, legitimidad de la edición. También suele agradecer que la redi no cueste más que una copia original del mismo disco, cosa que se da bastante a menudo hoy en día y que explica muchas cosas.
SW: Una de las cosas más llamativas de los primeros tiempos de la web de Penniman era el “enlace” a la venta de compact discs, el cual llevaba a una página de Disney. ¿Cuándo y por qué decidisteis pasar a la venta del disco compacto?, ¿cuál es tu opinión sobre los distintos formatos discográficos?
Cuando empecé con Penniman, estaba la cosita muy mala, el vinilo estaba en su peor momento y la oferta no era tan grande ni tan variada como ahora. Sellos como Norton o Sundazed solo habían editado una docena de referencias y otras compañías clásicas como Ace, Bear Family, etc, se habían pasado completamente al cd … Así que me centré en la distribución de material, solo en vinilo, de sellos independientes de R&R para reivindicar un poco el formato y apoyar a los que seguían apostando por él. Pero había demasiados discos que considero esenciales o altamente recomendables que entonces solo estaban disponibles en CD, así que al cabo de tres o cuatro años me bajé las bragas e incorporé algunos.
Al debate del formato no le doy muchas vueltas. Si entramos en comparaciones, el MP3 no cuenta y el CD simplemente pierde. Personalmente, creo que el single, el vinilo de 7”, se caga en todos los demás. Además, por la razón que sea, en la actualidad hay más DJ’s que gente normal, así que afortunadamente hay single para rato.
SW: Tenemos curiosidad por saber qué es lo que más estás vendiendo en estos momentos, tanto de tu sello como de distribución. ¿Cuál es la joya de la corona?
El disco más vendido, el “Thriller” del sello, es de largo el single “Just Head” de los Nervous Eaters…a pesar de la letra de la canción. De bandas actuales, ahora mismo “Limbootica” -el segundo LP de los Limboos- se está vendiendo a saco, y curiosamente más en España que fuera, algo inédito tratándose de un disco de Penniman. También de “Tremblin’”, un recopilatorio de R&B femenino que se curró Jordi Duró, sale un buen taco cada semana. De material en distribución, como siempre, los clásicos buenos: Sonics, Bo Diddley, NY Dolls, etc.
SW: ¿Y ese disco qué es buenísimo y no te explicas como no te lo quitan de las manos y no has agotado? (aparte del de los Nashville Ramblers)
Pues hay un montón de reediciones y ediciones limitadas de singles que toda persona que aspire a ser feliz debería tener y que sin embargo ahí están, criando polvo en sus cubetas. No son discos raros ni caros, son material oscurillo que en muchos casos supera a los clásicos.
SW: ¿Qué recomendarías especialmente a nuestros lectores?
Intento ofrecer el tipo de material que yo compraría, no soy de “a mí no me vuelve loco pero igual a alguien le interesa”…para eso ya están las tiendas de toda la vida o las que no solo venden discos. Más que recomendar la trigésima redición cuadrafónica de Forever Changes o un disco en concreto, yo le pegaría un repaso a la selección de singles y también a los recopilatorios. El nivel de las recopilaciones que se han editado en los últimos años es increíble, más alto que nunca y sigue siendo la mejor forma de descubrir buena mierda, con permiso de YouTube. Ah, y ya puestos pillaría también un par de Ugly Things, el mejor fanzine de la historia. Es una puta maravilla y también una gran inversión: si lo estiras un poco, con cada número tienes entretenimiento para un año o dos.
SW: Diría que tanto el sello como la tienda se apoya en dos corrientes muy definidas. Por un lado la música negra, con todas sus ramificaciones y árbol genealógico, y por otro lado otro árbol cuyas ramas podrían ser punk, punk-rock, power pop y similares… por ejemplificarlo, la corriente que representa Limboos frente a la de los Nervous Eaters. Para cualquier seguidor del rock’n’roll esto es perfectamente normal y disfrutamos con ambas corrientes, ¿pero cómo le explicarías a un neófito las conexiones entre el soul más pasional y el punk más combativo?
Hombre, si nos ceñimos a lo estrictamente musical, las conexiones son obvias…los discos hablan por sí solos, solo hay que tirar del hilo. Respecto a la actitud, lo de grabar discos increíbles con dos pesetas es algo muy antiguo, no algo es exclusivo de la “explosión punk”. Como tampoco lo es del rock and roll, ni siquiera de la música, que un fulano sin ningún tipo de formación “artística” se suba a un escenario y ponga una sala patas arriba.
SW: En una ocasión te leí que tus tiendas de discos favoritas estaban en Boston, y además eres fanático de los Nervous Eaters, ¿qué tienes con Boston?, ¿eres también de los Celtics?
Ja, ja…qué va…En Boston solo he estado una vez. Fue a finales de los 90, coincidiendo con la preparación del recopilatorio de Nervous Eaters. Unos semanas antes contacté con Miss Lyn, una chica –ahora señora- muy maja y enrollada que ya en los 70 publicaba “Boston Groupie News”, un fanzine muy guapo que estuvo varias décadas informando sobre la escena Rock and Roll de allí. Ella me puso en contacto con un montón de peña de la zona de Boston - músicos, gente de sellos, fotógrafos, etc – y eso me llevó a descubrir muchas bandas de la época y un montón de material buenísimo que desconocía totalmente. Además, unos años más tarde, de carambola, tuve la suerte de poder editar un single de los Remains y otro de Rising Storm.
SW: No podemos dejar pasar la ocasión para que nos cuentes sobre The Meows. Sabemos que habéis tenido alguna reunión esporádica y tocasteis en la fiesta inaugural del Funtastic Dracula Carnival. ¿Preparasteis temas nuevos?
Sí, el año pasado tocamos en el aniversario del Psycho (un bar de R&R cojonudo de Barcelona) y en Octubre también en el Funtastic. No teníamos ninguna intención de reunirnos pero tanto Charly como Varo y Paloma son muy buenos amigos y no podíamos decir que no. Debido a la falta de tiempo no pudimos preparar nada especial, escogimos tres o cuatro temas de cada disco - los más resultones- y listos. No salió mal.
SW: ¿Puede ser éste el preludio de una vuelta con todas las de la ley?, ¿o se trata nuevamente de algo esporádico?
Seguimos siendo como hermanos y eso, pero desde que la banda se separó, tres de sus miembros se han mudado, ya no viven en Barna… y no creo que vuelvan, así que la logística se complica. Y si volvieran y nos juntáramos, creo que nos volveríamos a separar al cabo de un par de semanas, así que mejor descartarlo definitivamente.
Autor: Pepe Kubrick
