¡Bienvenida sea esta magnífica, ampliada y cuidada recuperación! No sé si el motivo ha sido el 25 Aniversario de su publicación o que alguien lo encontró entre las grabaciones perdidas y se decidió a sacarlo de nuevo dada su difícil localización.
El disco era ya una auténtica obra maestra por sí mismo, pero se le han añadido unos golosos extras que merecen la pena de verdad y la presentación es formidable con un genial libreto de 24 páginas con todas las letras de las canciones, magníficas fotografías y créditos y sendos y magníficos textos. Uno a cargo del propio Collins en inglés y el otro en castellano por el experto Óscar García Blesa.
Pero es obligatorio hablar algo de la historia del gran Paul Collins y de estas estupendas canciones hoy felizmente recuperadas. Tras su paso por The Nerves, junto a Peter Case y Jack Lee, Paul Collins consiguió junto a The Beat algunas de las mejores canciones de la historia del power-pop en uno de los discos esenciales del estilo, “The Beat”. Esto ocurrió en el 79. Luego vino algún momento de gloria y una larga travesía por el desierto. Eso hasta la publicación de este gran y homónimo “Paul Collins” (DRO / Warner Music) en 1992. Como buena leyenda consagrada ya por entonces le acompañaron sensacionales músicos como la habitual banda de acompañamiento de Chris Isaak, algo que contribuyó mucho a que el disco se acercará a terrenos country-rock americanos, aunque eso no impidió sus características explosiones power-pop. Entre los acompañantes estaba su colega en The Beat, Steve Huff, pero también grandes consagrados como Cyril Jordan (Flamin’ Groovies), Chuck Prophet (Green On Red), Greg Kihn, Chris Von Sneidern, Jeff Trott (Sheryl Crow), Dave Immergluck (Counting Crows) o Robbie Dunbar (Earthquake). ¡Casi nada!
Pero lo mejor de todo es que creó una serie de canciones realmente excelentes. Es el caso del arranque con uno de sus clásicos atemporales como es “In Another World” con sus aires ya citados a country-rock americano. Esto también se aprecia en el excelso medio tiempo “Dream A Little Longer” con sus magníficos coros femeninos y los geniales punteos de Gary Reynolds. No faltan esas joyas de inmortal power-pop como “Under The Rock”, “I Could Have Told You So” o esa chisposa “You’re Never Gonna Find That Girl” con su contagioso estribillo, la voz de Greg Kihn y la reluciente guitarra de Jordan, entre The Byrds y los Groovies. También tenemos algunas de sus más enternecedoras baladas. Es el caso de “Aswan To Luxor”, la fronteriza “Anna’s Song” o la preciosa y también clásica, sobre todo aquí, “Under The Spanish Song” con la única compañía de las voces y la acústica de Chris Von Sneidern. Otra preciosidad es la trotona y relajante “You Can’t Go Back” con el espléndido dueto de Jill Olson y la genial eléctrica de Prophet de tintes country-rock americanos, una vez más.
Entre los jugosos extras tenemos dos de las principales joyas de su LP, “Live At Revolver Club”. No en vano por aquellas épocas pasó largas temporadas por nuestro país y siempre fue muy querido y apreciado aquí. Nunca ha dejado de visitarnos desde entonces y en los últimos tiempos, por ejemplo, lo hemos tenido con buena banda eléctrica presentando su todavía reciente, guapo y recomendable “Feel The Noise”. También ha estado hace un par de meses en una emotiva gira en solitario con su acústica Martin y su voz, porque así también funcionan sus enormes canciones. Las extras e ese legendario directo son las sensacionales, tiernas y ya destacadas “Under The Spanish Sun” y “Aswan To Luxor”. La guinda la pone una rara y exquisita maqueta titulada “The Hyde Street Demo”. Unas canciones producidas por Cyril Jordan y con su inconfundible sello. Una de ellas, “How Will I Know”, ni siquiera entró en el posterior disco original, pero demuestra claramente que muy bien pudo hacerlo con su tierna melodía y acaramelado estribillo. La demo de “You Can’t Go Back” es realmente entrañable y llena de magia. No menos emocionante es la desnuda, romántica y final ”That’s When I Think Of You”. Demuestra que sí se puede volver atrás, y recuperar joyas como estas que nunca debieron perderse. ¡Realmente hermoso y conmovedor para alguien que siempre ha sido uno de los nuestros!

Autor: Txema Mañeru