Opinión
01-03-2016
Ni Madrí, ni MadriZ, ni MADrid
No sé qué está pasando en la capital, pero cada día me horroriza más lo que veo, lo que escucho...y esto no va de política, ¡no! Me niego a entrar en ese fango del que sólo salpica porquería, para eso ya tenemos a los porcinos.
Hablo de Madrid, sí, ¡Ma-drid! Vale que ya no tenemos el mítico Madrid Rock en plena Gran Vía, vale que Malasaña ya no es la zona de garitos-antros rockeros, donde escuchabas buena música y el ambiente era auténtico, la gente que salía por aquella zona sabía por qué salía por allí, encontraba en aquellas cuatro calles lo que le gustaba de verdad (siento ser pesada con adjetivos como auténtico y el énfasis en “de verdad”), era un barrio que no estaba manchado por la mano del capitalismo hipsteriano, que lo único que hace es convertir en vulgar todo lo que toca, donde para entrar en un garito tienes que llevar el pantalón pesquero, calcetines de colores, gafas más grandes que tu cara, barbas más grandes que tu cara y peinados más grandes que tu cabeza, por no hablar de los tatuajes, ahora tienes que llevar más tatuajes de los que te puedan caber en tu cuerpo, sí, puede que suene exagerado, pero en serio, ¿no habéis mirado a vuestro alrededor? Algo de lo que me he dado cuenta con esta “moda” es que todo el mundo parece más guapo de lo que es, y claro, todo tiene su explicación, cuánto menos enseñes de ti, cuánto más tapado y cubierto vayas, más guapo e interesante eres. Y es tremendamente capitalista, todos seguimos al rebaño comprando prendas que valen una pasta, sí, porque son carisímas, pero eso sí, yo soy muy progre y muy social, y sobre todo ¡íntegro!
Al final me desvío, lo que quiero decir es que me da muchísima pena, pena de perder, la autenticidad madrileña, cada zona tenía su estilo, si buscabas algo diferente o te apetecía algo distinto, tenías tus zonas más hippipies, más alternativas, más rockeras, más Dark Hole, más popis, más heavies...y ahora todo parece igual, se ha “monoficado” y la ciudad conocida por ser una ciudad divertida, con encanto, con personalidad, en la que las noches madrileñas daban nombre a la ciudad porque mientras en el resto de ciudades dormían, Madrid seguía despierto.
Y para más inri, los creativos, (aquí entre ellos una, pero dejémoslo en creativa frustrada) han descubierto que con el prefijo MAD se puede hacer muchas cosas, entre ellas llamar todo MAD. ¡Viva la creatividad! ¡Claro que sí! Porque además es super ingenioso, MAD en inglés es loco, ¡pues todo Madrid loco! Ahora todo se llama….MAD. ¡Bar MAD-no sé qué festival MAD, no sé qué exposición MAD, no sé qué…! Así que ya sabéis, ¡no olvidéis subiros al moviento MADer Fuckers!
Adoro MADRID, el MADRID con carácter que fue y el que por entonces sí que nos llevaba al cielo, y espero que algún día renazca de sus cenizas. MADRID MADRID MADRID.
Autor: Cristina Sánchez García
