Ha fallecido el cantante, compositor y multiinstrumentista Johnny Neel,  miembro de The Allman Brothers Band y Dickey Betts Band, a la edad de 70 años por causas aún desconocidas. El músico se unió al legendario grupo sureño en 1989 participando en los discos “Seven Turns” (1990) y “Hittin’ the Note” (2003).

La noticia ha sido confirmado en redes sociales por su ex compañero de banda Warren Haynes, que ha recordado al teclista y armonicista ciego de la siguiente manera: “Además de ser un músico y cantante increíble, Johnny era una de las personas más divertidas del planeta, todo un personaje. Las ‘historias de Johnny Neel’, como las llamamos en nuestra pequeña parte del mundo de la música, son legendarias. Algunos de los que estáis leyendo esto conoceréis algunas de esas historias e incluso otras que yo no conozco – pero conozco un montón. La primera vez que conocí a Johnny fue en el Bluebird Cafe de Nashville, cuando yo acababa de mudarme allí. Estaba sentado con una banda en una jam de blues y cantó una canción y tocó la armónica. Lo primero que noté, aparte de que era ciego, fue que cantaba mejor que su cantante y tocaba la armónica mejor que su armonicista. Cuando terminó, me acerqué a él, me presenté y le dije lo mucho que me había gustado escucharle, a lo que me contestó: ‘En realidad soy teclista, pero este grupo no tiene teclados’. ‘Vaya’, pensé. ¡Debe de ser un teclista cojonudo’ – y lo era. Después de aquello, Johnny y yo tocamos mucho juntos y compusimos muchas canciones juntos. Incluso, gracias a nuestra amiga común Kim Morrison, cantamos juntos como coristas cuando los productores nos contrataban a los tres para cantar en varios discos. Algunas de las historias mencionadas, que permanecerán sin contar, nacieron de esas sesiones. Después, Johnny y yo nos unimos a la Dickey Betts Band, junto con Matt Abts y Marty Privette. Era una banda poderosa y el éxito y la fuerza de esa banda, y el disco ‘Pattern Disruptive’ que grabamos juntos, nos llevaron a Johnny y a mí a unirnos a los Allman Brothers. Mientras estábamos de gira con los Allman Brothers, Johnny y yo teníamos habitaciones contiguas para que yo pudiera ‘echarle un ojo’. Huelga decir que también surgieron muchas historias de esa situación, pero una vez más quedarán sin contar, a menos que te encuentres en un entorno más cercano y privado donde fluyan como el vino (y otras cosas) en compañía de músicos afines y amigos de Johnny Neel. Sin embargo, quiero centrarme sobre todo en lo musical que era Johnny. Siempre tenía música en la cabeza. Era su salvadora. Siempre que componíamos juntos, era una fuente inagotable de ideas, y lo mismo en el escenario o en el estudio. Su asombrosa capacidad para inspirarse en tantos estilos y géneros musicales era asombrosa, y su don para la improvisación, inigualable. Escribimos mucha música juntos, tocamos mucha música juntos, viajamos juntos por el mundo y, quizá lo más importante, pasamos muchos momentos divertidos y creamos muchos recuerdos hermosos. De ahí las historias. La música de Johnny y su leyenda vivirán para siempre. Te echo de menos, Neely”....

Autor: Rafa García-Moreno