Tres décadas de vida, tres miembros de la formación original (John Butler y Rich Barton a la guitarra y vocalistas y Geoff Beavan al bajo, a quienes se unió hace 15 años Rob Morris a la batería) y saber mantener la esencia primigenia inalterable son tres de los puntales que sostienen a la veterana banda inglesa. El título de su nueva trabajo se convierte en un homenaje encubierto a Rolling Stones (Let it Bleed) y Beatles (Let it Be) y por ahí van los tiro musicalmente hablando. Once nuevas canciones bien construidas y con sabor añejo, conjugando la herencia del mejor pop con el blues y el rock. Desde la inicial titular del álbum a otras como “Pictures in the hall” o “Scared of time” no bajan la guardia y demuestran que se encuentran en uno de los mejores momentos de su carrera

Autor: Rafa García-Moreno