En la castiza Sala Clamores, donde tantas veces se ha escuchado buen jazz en todas sus ramificaciones, llegó el argentino José Luís Pardo desafiando la mala suerte anglosajona un viernes y 13. Una curiosa coincidencia con el disco que venía a presentar, 13 formas de limpiar una sartén, su último trabajo, en el que se aleja de su amado blues para ahondar en el soul, el rock &roll y el pop y dedica, casi en exclusiva, al amor.

Con la guitarra como protagonista, Pardo se hizo rotundo en el escenario terminando cada tema con solos de distinto calado en los que, en ocasiones, se acompañaba de otros músicos. La sala, repleta, agradecía sus esfuerzos y vitoreaba, bailaba y acompañaba con palmas cada uno de los temas que reconocía o que apreciaba. Con solo un mes en el mercado, parecía que ya se conocían temas como “Voy a intentar seguir sin vos”, muy aclamado o “Extraño en mi hogar” donde la guitarra alcanzó uno de los mejores momentos de la noche.

Inmejorables también las numerosas colaboraciones con las que contó el argentino, todas músicos de excelente calidad, que fueron añadiéndose al escenario hasta abarrotarlo con un trombón de varas, saxo, violín, teclado y piano, batería, bajo, guitarra eléctrica, acústica,… normal que en el último tema la gente no se creyera que aquello terminaba. ¡La tensión que dejaba Pardo en el ambiente casi podía tocarse!

Fotografía: Adrián Vázquez 

Autor: Esther Martín