Entrevistas

 

18-12-2017

José Ignacio Lapido, canciones que hablan de nosotros


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El cada vez más grande e histórico José Ignacio LAPIDO ha embocado, sin querer, en el hoyo la maldita bola 8. Esa bola 8 que en este caso tiene forma de nuevo LP (el octavo, claro) y se titula “EL ALMA DORMIDA” (Pentatonia Records). Y había muchas ganas de nuevas canciones, aunque algunas no sean ya tan nuevas. Y es que han transcurrido ya cuatro años desde el anterior, y también excelente, “FORMAS DE MATAR EL TIEMPO” (Pentatonia). Claro que Lapido no tiene ni un solo disco, y prácticamente ni una sola canción por debajo del notable. El caso es que la mayor parte de “El Alma Dormida” se gestó hace más de 2 años pero el inesperado, pero exitoso regreso con los 091 y su “MANIOBRA DE RESURRECCIÓN”, supuso que el proyecto quedara pospuesto. No importa. Aquí tenemos ya uno de sus discos más fáciles de escuchar, con más melodías pegadizas y con más estribillos memorables. Luego, por supuesto, con esas historias que sólo él sabe contar. En canciones que no hablan de nadie como “Mañana Quien Sabe” pero que hablan de todos nosotros y, lo más importante, nos hablan a cada uno de nosotros. Canciones con garra y que, ahora más se acercan también a sonidos americanos como “No Hay Prisa Por Llegar”, una de las pocas que se ha gestado más recientemente, en plena y exitosa gira con los “Cero”. Había que charlar un poco de todo ello, aunque nunca es necesaria ninguna excusa para hacerlo con alguien que domina el lenguaje y la comunicación con su maestría.

La primera pregunta es inevitable. ¿Ha sido duro para ti guardar todas estas personales canciones en el armario durante todo este tiempo?
No, duro, no. Cuando tomé la decisión de posponer la grabación y edición del disco lo hice muy conscientemente porque lo que se me avecinaba con la resurrección de los Cero era muy importante como para tener abiertos dos frentes a la vez. El hecho de haberlas guardado más tiempo de lo normal me ha servido para darle una relectura interesante antes de grabarlas.

Bueno, tus canciones son más bien atemporales… ¿Pero tenías miedo de qué pudieran perder su vigencia, al menos algunas de ellas? ¿Ha habido alguna ya hecha que la hayas dejado de lado por este motivo?
No. Mis canciones no están pegadas a ninguna moda que pueda pasar en un año o dos, es más, desconozco las modas que pueda haber ahora. Cuando las escribo tengo en la cabeza que las voy a tener que defender en un escenario ahora y dentro de diez años, si el buen dios no decide prescindir de mis servicios antes, y que van a quedarse grabadas para siempre y que a lo mejor hay gente que las escucha dentro de 15 o 20 años, así que me esmero al máximo para que el resultado sea compatible con el paso del tiempo.

De todas formas, si ha ocurrido eso, supongo que habrá sido mucho menos doloroso tras la inimaginable acogida que ha tenido vuestra “MANIOBRA DE RESURRECCIÓN” con los “CERO”. ¿Esperabais semejante respuesta popular y de crítica?

No. Ni en nuestras más optimistas previsiones pensamos que la cosa iba a tener la acogida que tuvo, además desde el primer momento, cuando anunciamos la vuelta.Supongo que ha tenido mucho que ver lo que te comentaba antes de las canciones. Había canciones de los Cero que se podrían haber escrito ahora porque en su momento estaban ajenas a las modas. Que el repertorio de 091 haya sobrevivido al paso del tiempo es uno de los factores del éxito de la gira. Aparte, las cosas se hicieron bien en el terreno organizativo, y nosotros estuvimos unos cuantos meses previos poniéndonos en forma como banda. Veinte años sin tocar juntos no pasan en balde y necesitábamos recuperar la energía que teníamos en el 96 cuando nos separamos. Creo que lo conseguimos.

Las personas y la vida en general tienen enormes contradicciones. A ti te ha tocado esta época de éxito y reconocimiento profesional prácticamente a la vez que tu vida personal pasaba unos duros tragos. ¿Cómo se interiorizan estas cosas? ¿Pueden ser futuro germen de historias o canciones que contar?

Así es la vida, una sucesión de tragos dulces y tragos amargos. En cuanto a si eso me influye… pues claro. Las canciones se nutren de mil cosas y circunstancias, desde la lectura de un periódico hasta una muerte en el ámbito familiar.

Por cierto que en tu anterior disco firmado solo como LAPIDO y titulado “Formas De Matar El Tiempo” cantabas esa preciosidad de “No Hay Vuelta Atrás”. Con los “Cero” la ha habido. Otra pregunta obligada. ¿Habéis barajado la posibilidad de crear nuevas canciones juntos y entregarlas como 091?

Lo que hemos aprendido volviendo después de 20 años es a no volver a decir nunca jamás. Esto no quiere decir que tengamos previsto algo. Ahora mismo cada uno está con su historia. José Antonio está grabando su nuevo disco. Mi hermano Víctor también está terminando el suyo; yo estoy con el mío recién salido y a punto de empezar la gira de presentación… ninguno está pensando ahora en esto que me preguntas, pero ya te digo que el futuro no está escrito.

Por otro lado habrá sido una enorme alegría volver a trabajar con tus habituales y grandes músicos. Raúl vuelve a estar francamente inspirado con sus teclados, pero parece que ha colaborado más que nunca también en temas de arreglos y producción…

Sí, Raúl ha hecho un gran trabajo con el piano y el órgano. Y el resto de la banda igual, Víctor, Popi, y Jacinto se han empleado a fondo. La producción ha sido un trabajo colectivo del que han salido beneficiadas las canciones, no hay duda.

Además se ha incorporado al bajo Jacinto de los 091. ¿Otra prueba más de lo satisfactorio que ha sido el regresar con los viejos colegas o un cambio obligado por otros motivos?

Lo llamé a última hora porque el anterior bajista no podía estar en Granada en las fechas que había previstas, así que pensé que lo mejor era llamar a alguien con el que sabía de antemano que las cosas iban a ir rodadas, y así ha sido.

Oye, ¿estaría de puta madre que ese boom generado en torno a la banda repercutiera en forma de aumento de público y locales para tu nuevo disco y tu inminente gira? Creo que se puede encontrar toda la información al respecto en 
www.joseignaciolapido.com en www.g-news.es.

Hombre… claro que estaría bien, pero seamos realistas. Las magnitudes van a ser distintas, eso está claro.

El disco está plagado de pegadizas melodías y de más estribillos que nunca. En otros tiempos creo que se te haría algo dificultoso el elegir sólo 2 o 3 singles…

Nunca he intentado hacer algo que no tuviera melodía. En este disco es cierto que quizás haya más canciones que entran a la primera. Por eso cada disco es distinto.

Uno de ellos bien pudiera ser esa magnífica apertura con ese aviso tuyo titulado “¡Cuidado!”. No sé si es por mi sensibilidad actual por su pérdida, pero me recuerda un poco esos temas expansivos y soñadores de Tom Petty… ¿Cómo lo ves tú?

Seguramente. Las sonoridades del rock americano están muy presentes en el disco. Todos somos muy fans de Tom Petty, Víctor el que más. Estábamos ensayando cuando nos enteramos de su muerte. Y creo que en enero vamos a participar en un concierto homenaje que se va a hacer en Granada.

Esos aires a rock de raíces americanas los tenemos también en la pegadiza y sensacional “No hay Prisa por Llegar”. ¿Aunque os dierais a conocer con TheClash y la new wave británica podemos afirmar que también conectaste con The Jayhawks, Wilco o Long Ryders? Supongo también que clásicos como Dylan o Neil Young estarán también entre tus artistas más admirados…
A mediados de los años 80 ya hubo una reivindicación del rock americano. Bandas como Long Ryders, Smithereens, Green on Red, los mismos REM, DreamSindycate… me gustaban mucho, eran todos muy buenos y además se inspiraban en bandas de los 60 como TheByrds, The Band, Creedence o Buffalo Springfield que eran favoritas mías. Y por supuesto Dylan como maestro absoluto y Neil Young a la diestra del padre. Todo eso está también en mi música y en los Jayhawks y en Wilco. Es algo normal. La música popular es una tradición. Nosotros somos eslabones de una larga cadena.

Ya abiertamente de tonos más country es “Estrellas del Purgatorio”. ¿Eres de esos, como Hendrik Röever, de los que opinan que es posible buen rock americano… en castellano? ¿Qué te parece el trabajo de Hendrik y que otros artistas de esa onda te gustan?

Todo lo que hace Hendrik me gusta, ya sea con Del Tonos, en solitario o como sea. Es uno de los mejores guitarristas de España y un gran escritor de canciones. Uno de los músicos a los que más respeto.

Supongo que entre ellos estará Quique González. ¿Cómo fue la experiencia con él? ¿Hay posibilidad de alguna colaboración o de algún disco conjunto, más?
Hombre, claro… Quique es otro de esos músicos por los que siento admiración. Un talento interpretativo y compositivo fuera de toda duda, y mejora con el tiempo. Es un buen amigo. La experiencia que tuvimos con Soltad a los Perros fue genial y en un futuro quién sabe si los volveremos a soltar, seguro que sí.

Siguiendo con singles y buenas melodías creo que también “La Versión Oficial” pudiera ser otro de ellos. También con tintes americanos, por cierto. ¿Nos tenemos que creer todo lo que nos cuentan los políticos, los medios de comunicación y otras fuentes manipuladas del momento?

La canción va sobre eso, sobre la necesidad de cuestionar los mensajes que nos llegan por todos lados, y sobre todo del poder. Ejercer el libre pensamiento es una obligación muy saludable.

Aunque no seas demasiado explícito en tus letras al respecto, siempre dejas traslucir ciertas críticas y ciertas tomas de postura ante las situaciones políticas y sociales actuales. ¿Cómo te enfrentas a este tipo de historias más globales que a los temas personales? ¿Ves necesario en los tiempos que corren posicionarse política o socialmente para hacer ver estos problemas?

Yo creo en la libertad de creación, cada autor debe escribir sobre lo que buenamente quiera. Lo que también creo es que se debe ser honesto con uno mismo, que es la forma más ética de no engañar a tu público. A mí, como he comentado antes, me influyen muchas cosas a la hora de escribir, y la realidad exterior me influye tanto como mi realidad interior. En una canción intentas expresar una idea o varias en tres minutos. Dar tu visión del mundo en tan reducido espacio de tiempo es complicado, pero se viene haciendo desde hace siglos.

Tampoco faltan ya las baladas marca de la casa. Me encantan “Como si Fuera Verdad” o esa estupenda “Mañana quien Sabe”. En esta última hablas de “canciones que hablan de nadie”. Sin embargo, creo, que tus canciones hablan, a menudo, de ti, pero tienen la magia de hablar de todos nosotros en general y hablarnos a nosotros mismos. ¿Cómo se consigue este difícil equilibrio?

Pues no sabría decirte el método. Supongo que escribiendo mucho y siendo autocrítico con lo que escribes hasta dar con la mejor conjunción posible entre palabras y música. A lo largo de los años he intentado perfeccionar el proceso de escritura y supongo que los años de oficio sirven para algo. Muchas de las canciones están escritas en primera persona y no soy yo exactamente el que protagoniza la letra, y otras en tercera persona y a lo mejor me retratan. Son sentimientos y emociones que se pueden compartir. Tiene que haber verdad en las canciones aunque hablen de una ensoñación.

Me gustaría que nos hablaras algo más de la letra de “Dinosaurios”, también con cierto ritmo Tom Petty (¿puede ser?). ¿Tanto han cambiado las cosas en los últimos años? ¿Puede parecer que en algunos aspectos estemos regresando a la época de los dinosaurios?

Es una letra que ironiza con ciertos temas partiendo de un recuerdo de las películas de finales de los 60 en los que dinosaurios y humanos aparecían como si tal cosa compartiendo escenas. A los guionistas les daba igual que aquello nunca hubiera pasado, se inventaban la prehistoria y tenía mucha gracia. Al hacer la canción no sé cómo se colaron referencias musicales y religiosas entre las estrofas del tema.

Antes hablábamos del excelente trabajo de teclados de Raúl en temas como “Mañana quien Sabe” o en “Estrellas del Purgatorio” (aquí más como apoyo a la melodía). Pero tampoco dejas de lado las buenas guitarras eléctricas cargadas de rock y tensión. Creo que Víctor Sánchez está especialmente sembrado en los solos de “Lo que llega y se nos va” o en la apertura y otros momentos de “Enésimo Dolor de Muelas”. ¿Tú no necesitas ir a Nashville u otros lugares así, a grabar con músicos de prestigio?

Yo trabajo muy a gusto con mi banda, son grandes músicos y les estoy muy agradecido por poner su talento al servicio de mis canciones. Es obvio que en Nashville hay músicos de primer orden, quién lo puede cuestionar, pero no sé… por ahora no me he planteado ir allí a grabar.

Otro single claro para mí es ese emotivo final con “Escalera de Incendios”. Algún aire épico que desemboca en el brillante y pegadizo estribillo. ¿Pronto quedó claro que este debiera ser el tema final?

Una vez que me puse a pensar en el orden, pensé que era una buena canción para ponerle el punto final al disco. No sé… tiene ese punto de despedida y de deseo de volver a vernos que está muy bien para eso.

Por cierto. ¿Has dado muchas vueltas al orden de las canciones en el disco? ¿Es un tema al que dedicas muchas reflexiones o sale de manera espontánea?
La secuenciación de un disco es muy importante y hay que dedicarle horas para que todo tenga un sentido.

¿Te han ayudado también en esta elección el resto de componentes de la banda o es una cosa que afrontas de manera totalmente personal?

Esta tarea la suelo hacer yo solo cuando todo está acabado. Juega mucho el factor psicológico a la hora de dar con un orden correcto para las canciones.  Y también se juega con los tonos y los tempos de las canciones.

Para acabar ya una pregunta de cariz algo personal. Veo que en las primeras fechas anunciadas de una gira que comenzará en Murcia el 25 de noviembre no está presente ni Bilbao, ni Euskadi. Sabes que aquí se te quiere muchísimo. ¿Habrás más fechas próximamente o estás esperando ofertas para acercarte de nuevo por aquí?

Sé de unos cuantos, bastantes, a los que nos haría muchísima ilusión…
Espero que a lo largo del año que viene podamos acercarnos por allí, yo también tengo muchas ganas de reencontrarme con la afición vasca.

Fotografía: Salvador Serrano 

Autor: Txema Mañeru

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