Entrevistas

 

20-12-2010

Jorge Ortega, director de la revista Ruta 66


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En verano de 1985, Jaime Gonzalo e Ignacio Julià, dos leyendas nacionales del periodismo musical, se plantearon embarcarse en la confección de una nueva revista. El resultado del proyecto vio finalmente la luz en octubre de 1985 cuando llegó a los quioscos el número 0 de Ruta 66. A las riendas permanecieron hasta el número 242 (octubre de 2007), en el que pasaron el testigo a Jorge Ortega y Alfred Crespo asumiendo éstos la dirección de la revista. Y así hemos llegado a octubre de 2010, fecha en que se ha cumplido el vigésimo quinto aniversario de la revista musical de referencia, por contenido, pluralidad y enfoque, en lengua española. Para conmemorar la inusual efeméride, por difícilmente alcanzable en el campo de las revistas especializadas, se puso a la venta un número especial de 144 páginas (Ruta 276, noviembre) que, no tengan la más mínima duda, será pieza de colección y alcanzará elevados precios en unos años. 

Llegas a finales de 2007 procedente de Popular 1 para hacerte cargo de la dirección de la revista compartiéndola con Alfred Crespo, un veterano colaborador que lleva escribiendo en Ruta 66 desde el año 2000. ¿Cómo surgió la idea y cómo se desarrolló ese proceso? 

Necesitaba airearme después de 17 años de sabores y sinsabores en Popular 1. Alfred es un viejo rutero muy cercano a Ignacio y Jaime además de mi mejor amigo. Conocedor de mis intenciones, sugirió la idea de plantear un proyecto con cara y ojos a los mandamases de la revista. A partir de ahí, empezamos a moverlo. 

No obstante, los anteriores directores siguen teniendo una participación activa, además de aportar sus artículos mensuales, Ignacio Juliá es el Jefe de Edición y Jaime Gonzalo el Consejero Editorial. 

Sí, los dos siguen ahí, como no podría ser de otra forma. 

Cuéntanos los principales cambios, cualitativos y cuantitativos, que han tenido lugar con respecto a la anterior etapa. 

Más páginas, color, actualidad, apertura editorial, trato con el exterior, más presencia, en definitiva, profesionalidad.

Cuando RockDeLuxe llegó al 25 aniversario, Ruta 66 comentó la efeméride. Ahora que sois vosotros los que habéis alcanzado esa cifra, ellos no sólo también la mencionan si no que les has escrito una columna de opinión. ¿Finaliza así esa absurda y mal entendida rivalidad? 

No puedo hablar de relaciones pasadas que no he vivido. Mi relación con RDL es formidable. Respeto el medio como un mal necesario en este país y las personas que lo hacen son buenos compañeros de viaje. 

En estos veinticinco años han firmado artículos más de seiscientas personas. ¿La pluralidad es un aspecto clave para subsistir más de dos décadas? 

En mi opinión, sí. Todos nos vamos transformando y haciendo mayores. Es necesario que el staff se renueve y se vayan alternando posturas diferentes, aparte del importante valor de las nuevas generaciones que empiezan a interesarse por esto como nosotros lo hicimos en su día. Saber mantener las firmas que han hecho grande el medio tiene el mismo valor o más, si cabe. 

En la actualidad escriben más de cincuenta colaboradores. ¿Cómo se dirige semejante Torre de Babel de gustos y estilos? 

Podemos estar satisfechos de tener tanta gente interesada en participar en la confección de la revista pero ahora mismo tenemos un pelotón de plumillas de no te menees. Se dirige con mucha paciencia.

¿Cómo se gesta un número hasta que llega a los quioscos? ¿Qué peso se le da a la actualidad mensual? ¿Quién propone los artículos? 

Por un lado la actualidad te va marcando un poco el camino. Vivimos en tiempos gloriosos de creación musical y de fácil acceso. Los mismos lanzamientos o giras que se anuncian nos dan ideas para plantear un artículo o entrevista. Luego están los artículos ajenos a modas y tempos que son la marca de identidad que nos inventamos entre los responsables o conchabamos con los colaboradores que aportan ideas muy recomendables y afines a nuestra causa. 

¿Qué ofrece una revista mensual especializada frente a una descomunal oferta de blogs y webzines en Internet? ¿Tienen el futuro asegurado las revistas de papel? 

Yo lo veo chungo pero creo que ya no lo veré. Me imagino un mundo futurista allá por el 2050 donde todo será virtual. A corto plazo, seguiremos asistiendo a la evolución de los tiempos con resignación. Tampoco ayuda el escaso interés comercial que inspira una revista como Ruta 66 a  marcas que deberían apostar más por la prensa musical (buena) y dejarse de tanta mariconada de tendencias. 

Un cambio significativo ha sido la cuidada selección de la fotografía de los conciertos. Colaboran reputados fotógrafos musicales como Xavi Mercadé, Dena Flows, Luis Lecumberry, Almudena Eced, Jordi Vidal o Raúl Ranz entre otros. ¿Por qué creíais que se debía hacer esa apuesta tan fuerte? 

A todos los que nos gusta el rock'n'roll nos gusta ver a nuestros ídolos en acción. No hay nada más penoso que una revista que no cuida la imagen o lo hace de forma patética. Ver a Iggy Pop desenfocado es cutre. Los nuestros son muy buenos. Y económicos. 

¿Qué te sugiere el adjetivo “rutero”? 

Una forma de crecer en la vida. Admito que yo no crecí con Ruta por diversos motivos aunque siempre ha estado ahí. Entiendo el sentimiento y lo aplaudo. Si la sigues, es algo que te ha acompañado toda tu vida, más que una novia. Un reencuentro muy personal contigo mismo (y tus colegas) a través del rock. Es como debe ser. Las revistas que consiguen esa comunión con su público han conseguido el objetivo. 

Acótanos el campo musical que abarca Ruta 66. ¿Cuál es el actual perfil medio del lector? ¿Ha variado con respecto a la etapa pasada? 

Creo que hemos ampliado un poco miras y gracias a la reconversión nos hemos expandido y llegado a un público tanto nuevo como otro que no nos compraba porque no conectaba. El perfil medio actual debe estar entre los 20 y los 40 años.  

Habéis diversificado el negocio, además de editar otra revista musical, Ritmos del Mundo, sois promotores de conciertos con el nombre de Conciertos Ruta 66. ¿Qué fin perseguís? 

Perseguimos disfrutar haciendo lo que nos gusta y lo que sabemos hacer. Nos embarcarnos en proyectos que dan mucho curro y poca pasta porque nos pierde el gusto por lo que hacemos. Ritmos del Mundo es una buena revista dirigida a otro sector que va arrancando poco a poco. Respecto a los conciertos, edición de vinilos, venta de merchandise, etc., son actividades complementarias que nos divierten. Sentir el escalofrío de traer en concierto a alguien que te gusta es algo muy especial. 

Autor: Manuel Beteta

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