¿Deberíamos unir a Josh Homme al club de genios musicales conformado por Nick Royale, Jack White, Beck o Ty Segall? Rotundamente sí. Su trayectoria musical, sus composiciones y las bandas por las que ha pasado así lo avalan. Y su último trabajo deja claro que no estamos antes un disco cualquiera de la banda de rock and roll. La decena de temas que lo vertebran se nutren de riffs contundentes, intercalados con melodías y ritmos pegadizos. Homme sabe como modular la voz en función del tema que interpreta y las guitarras se acoplan al capitán que tripula la banda. Es por ello que todos los temas son necesarios, inseparables e, incluso, indisolubles. Léase “Obscenary”, “Paper Machete”, “Negative Space” o el precioso cierre de “Straight Jacket Fitting”. Todas colosales pero a la vez indispensables. Nos ha hecho esperar pero ha merecido la pena.

Autor: Rafa García-Moreno