Entrevistas
08-01-2019
Goodfellows, bocados de realidad
Estamos a tope con la entrega del nuevo artefacto del grupo de Mallorca Goodfellows que con "Ten bites" nos vuelven a demostrar la calidad extensa que tienen sus composiciones llenas de armonía, energía, melodía, juegos de voces y unos especiales arreglos en diez temas, conformando uno de los mejores trabajos de power-pop nacional del año. Esperando que no tarden tanto tiempo en sacar otro disco nuevo nos ponemos en contacto con Pepo Granero, bajista del grupo, para contarnos su elaboración. Con Goodfellows si que se puede proclamar el lema de "Larga vida al power-pop".
Veinte años de recorrido musical es una realidad que no puede afirmar mucha gente, pero vosotros habéis mantenido esa llama del power-pop a gran escala dentro de cada nuevo trabajo que habéis editado. ¿Cuál es la clave de mantenerse en activo durante tanto tiempo?
Por una parte, mantener la ilusión por buscar la canción pop "perfecta"; por otra, y quizá la más importante, ser un grupo de amigos.
Cinco discos os contemplan y cada nuevo trabajo ha ido en una línea ascendente acompañado de esos sonidos patentes en el grupo en donde la energía y melodía han formado parte del grupo. ¿Cómo habéis trabajado cada nuevo álbum para dar unos resultados tan satisfactorios?
La experiencia es un grado: trabajamos las armonías vocales más que nunca, sin que la canción pierda energía. Es como si sumásemos todo lo aprendido en las dos etapas diferenciadas que ha vivido la banda.
Para Pepo, ¿qué significado tiene el pop con mayúscula?
Para mí en particular se basa en que una canción consiga eso que los ingleses llaman “catchy”, o lo que es lo mismo, que te atraiga desde el minuto 0, que consiga que te siga gustando en el puente y que acabe por atraparte cuando llega al estribillo, sí las voces hacen distintas líneas, las guitarras juegan sobre la base y al día siguiente la recuerdas, ya tienes la mayúscula.
¿En este nuevo trabajo, titulado "Ten bites", cuánto tiempo os ha llevado la elaboración y grabación del disco?
¡Una eternidad! Yo creo que casi dos años de elaboración, y otros dos de grabación. Se ha cocinado a fuego lento. Pero creemos que sólo cuenta el final. Cierto es que en algún momento hemos tenido debilidad pero a la postre ha podido el peso de las canciones y nuestra magnífica relación.
¿Es el disco mas autoeditado por el grupo en todos los sentidos?
Bueno, musicalmente creo que sigue la línea de los dos anteriores, pero intentando evolucionar en algunos registros musicales; por otra parte, a pesar de ser autoeditado, esta vez hemos contado con la colaboración impagable de Espora Records, además de la habitual de Rock Indiana en la distribución.
¿Cómo habéis trabajado en las armonías, riffs y juego de voces?
Quizá más que nunca hemos trabajado este aspecto, con la inestimable ayuda de Miquel Gibert (La Granja) que, además de la coproducción, ha tocado las baterías en el disco y que ha aportado, sobretodo, más variedad de armonías vocales, coros, etc.
Diez temas forman el disco, una en castellano y nueve en el lenguaje anglosajón en donde se incrustan verdaderas melodías de alto voltaje de power-pop atemporal que nos hace caminar por parajes frescos con unos ingredientes magníficos. ¿Qué buscáis en cada tema compositivo del grupo?
Nuestra idea principal es desarrollar el concepto de melodía pop atemporal que mencionas, independientemente del tratamiento que reciba la canción (a veces más eléctrico, otras más folkie, etc.)
A un disco potente se une una serie de colaboradores que habéis tenido en la grabación del álbum.
Bueno, presumimos de tener amigos dispuestos a colaborar cuando grabamos, esta vez el elenco de músicos ha sido, Kiko Riera (La Granja) e Iván Tobias (Urtain y Germans Tanner) que vinieron con sus guitarras para hacer algún que otro sólo y arreglos varios, Mario Valls (Los Amebas) golpeó las teclas del Farfisa para la ocasión y Guille Borrás (The Wheels) que acarició el piano y el Fender Rhodes como nadie.
¿De la potente "My kind of girlfriend" hasta la intimista "Be my shining star" último tema de "Ten bites", qué reflexión final me puedes hacer de estos diez temas?
Que cada tema ha sido mimado para diferenciarlo de los demás, manteniendo en todo momento la esencia y el sonido Goodfellows.
Desde los tiempos que formabais parte de Seminola Records hasta estos momentos, ¿qué nos puedes decir de la evolución musical de Goodfellows?
La participación en 2.009 en el IPO Liverpool, que se celebra en la mítica The Cavern, marcó un punto de inflexión en la banda; a partir de entonces, el giro melódico fue muy acusado y las armonías vocales se convirtieron en las grandes protagonistas.
Siento curiosidad de preguntaros por un acústico que hicisteis hace poco tocando todos los temas del disco. ¿Cómo se enfoco ese acústico en directo?
Se seleccionaron las canciones con mayor potencial para ser interpretadas de manera acústica y la verdad es que nos sentimos muy cómodos.
La creatividad compositiva de Goodfellows ha estado siempre en plena energía. ¿Seguiréis con esas fuerzas para afrontar en un futuro un nuevo disco?
¿Por qué no? Mientras haya canciones, hay vida. Tomás es una fuente de creación que emana constantemente genialidades. Y ésa, afortunadamente, es nuestra peculiaridad…
¿Pepo, los sonidos de power-pop siguen formando parte de una isla desierta?
Absolutamente, el power-pop es el eterno género menor, pero si me preguntas porqué, tengo que parafrasear la sentencia que hizo nuestro buen amigo Pepe Delgado, “el powerpop no está generalizado porque no provoca ni transgrede”.
Autor: The Profe