Artículos

 

06-01-2010

De Gira con Los Ramones


1

Parece imponerse los libros musicales contados en primera persona. Confeccionados a partir de testimonios personales, bien entresacados de antiguas entrevistas o realizadas expresamente, dota a la historia una lectura ágil, mucho más que una narración. Además, al desfilar un número variopinto de personajes, se cuenta todo desde varios puntos de vista, con cruces de opiniones. Pero este libro tiene algo especial que lo diferencia de los demás. No es la historia musical de los Ramones contada desde fuera, es la historia contada desde dentro, principalmente de las relaciones personales y profesionales entre ellos. 

Monte A. Melnick fue el road manager durante 22 años, desde que dieron su primer concierto el 16 de agosto de 1974 en el CBGB de Nueva York, hasta el último, el 6 de agosto de 1996 en Los Ángeles. Entre medias, 2.261 bolos. Una banda permanentemente en la carretera. Su trabajo permitió a Monte conocerlos a fondo. Miles de horas dieron para mucho. Y para un libro. Así, sabemos que Joey era el personaje más querido por los fans, que su enfermedad mental, TOC, iniciales de Trastorno Obsesivo Compulsivo, en ningún caso dañó su ternura. Se dejaba querer y lo adoraban. Y Johnny, arisco, reservado, antipático y agresivo, era el cerebro de la banda. Los dirigía con férrea disciplina militar: ensayos, música e imagen. Y pobre del que osase fallar porque descargaba su desagradable violencia física y verbal sobre él. Nunca se drogaba. Ni siquiera bebía. No permitió ningún tipo de drogas en la banda, por lo menos antes de los conciertos. Claro que, una vez finalizados, Dee Dee se tomaba las suyas en enormes cantidades… y las de cualquiera que las dejase a su alcance. Insaciable, pasó más tiempo en el otro mundo que en este. Pero en ningún momento alteró su capacidad compositora. Fue el escritor de la mayor parte del repertorio ramoniano. Su innato talento para la melodía era prodigioso. Era capaz de retirarse con una guitarra y volver al rato con cuatro canciones prácticamente finalizadas. Incluso cuando abandonó la banda en 1989 continuó aportándoles canciones. Tommy, por su parte, no sólo era el artífice del sonido ramone (con experiencia en los estudios de grabación, los abandonó en 1978 para dedicarse a producirlos), sino también el vocero oficial: su conocida locuacidad le permitía ser requerido siempre para entrevistas, presentaciones y ruedas de prensa. 

El libro es una rendija en la pared, nos permite asomarnos a ver lo que hay al otro lado. Sorprende conocer como Joey y Johnny se enfadaron porque el segundo le birló la novia al primero y que, por ese motivo, durante más de la mitad de la vida del grupo no se hablaron, no se miraron, no tuvieron ningún tipo de trato. Y la banda ni se alteró. Los autores, de paso, aprovechan para denunciar el eterno veto al que estuvieron sometidos por parte de la radio estadounidense. 

No fueron los mejores, y posiblemente alargaron su vida útil más allá de lo necesario, pero dejaron diseñado como debía ser una banda si quería romper con todo lo anterior. Fueron pioneros del punk o proto-punk, como se dice ahora, y dejaron una estética, una actitud musical, un sonido, una energía y, claro está, unas increíbles canciones en un tiempo donde las necesitábamos. 

DE GIRA CON LOS RAMONES. Monte A. Melnick & Frank Meyer. (Munster Book)

Autor: Manuel Beteta

Bookmark and Share