Con la previsible facilidad que se debe rodar por una de esas idílicas carreteras americanas de interminables rectas se desarrolló la nueva presencia de Prophet en los escenarios madrileños. La sala a reventar, el público cálidamente predispuesto y la banda y su líder con perenne sonrisa en la boca fueron los mimbre que conformaron una noche donde se presentó su último trabajo, el notable “Bobby Fuller Died For Your Sins”, aderezado con temas de su cancionero, y alguna sorprendente rendición de cuentas.

Fue precisamente el tema que da título a su postrer disco el que arrancó el concierto, con toda la sala cantando el estribillo, público que también celebró esa irónica revisión del lado oscuro del sueño americano titulada “Jesus Was A Social Drinker”.

Hubo tiempo para el lucimiento del guitarrista James de Prato, espacialmente en el bonito y nervioso homenaje al suicida caído, “In The Mausoleum (For Alan Vega)” es su largo nombre, y los teclados, coros y pandereta de Stephanie Finck dieron color a un repertorio que entrelaza tradición americana con melodía pop. Es también tradición muy de artistas yankees en gira por España enrollarse más de la cuenta, y algunas de las parrafadas de Chuck trastabillaron levemente el desarrollo del largo show. Menudencias en el balance general, y si alguno se iba a ir a casa con dudas, nuestro hombre se las despejó recuperando a unos ilustres vecinos de su San Francisco natal, ni más ni menos que nuestros adorados Flamin Groovies, cuya seminal “Shake Some Action” arropó a publico y banda en entusiasta comunión.

Autor: Manuel Borrero