Conciertos
08-04-2025
Bizardunak. Kafe Antzokia, Bilbao
Hemos visto unos cuantos conciertos a lo largo de los años. Muchos memorables, muchos emotivos, muchos salvajes…, pero muy pocos en los que la conexión entre público y banda sea tan brutal y en los que la euforia y la descarga de adrenalina sea tan espectacular de principio a fin. Desde los primeros acordes hasta el final con los bises y el público invadiendo el escenario la comunión fue total. También hubo violencia y destrucción, siempre controlada, ¡eh! No faltó su habitual y negro sentido del humor en muchas arengas y sus constantes provocaciones que azuzaban aún más el ambiente, pero que también hacían a la parroquia reír con alegría asumiendo bien los “golpes”.
Pero, y esto es muy importante, también se derrochó mucha y buena música. Con muchas memorables canciones e himnos que capturaron a toda la juventud euskalduna hace ya más de una década. Habían bautizado esta gira, también con su habitual humor, como “Hasta Que Nos Canceléis Tour”. Pues bien, ya están cancelados para siempre. Querían despedirse en condiciones porque no lo hicieron en su momento. ¡Y vaya si lo han hecho! Describirlos como The Pogues euskaldunes no es ninguna aberración y lo volvieron a demostrar, pero también afilaron siempre sus hachas para ser nuestros Eskorbuto, The Clash o Sex Pistols. Las camisetas que lucían algunos de sus miembros hablan bien a las claras de su fuerte, amplia y buena cultura musical. A veces han portado camisetas hasta de Styx, pero en esta ocasión les tocaron las de 13th Floor Elevators o los favoritos de Mikel, Dead Moon, de quienes también había alguna camiseta entre el público.
Se pimplaron canciones de sus tres discos y, por supuesto, cayeron todos sus clásicos, muchos de ellos ya himnos que la gente coreó de igual manera en euskera que en castellano. Josemari fue el alma de la fiesta-celebración y rompió botellas a diestro y siniestro desde recién comenzado el concierto. También las esparció por encima de toda la parroquia con el exclusivo respeto para Dena Flows que fue el único fotógrafo que aguantó el chaparrón de líquidos y frutas varias y la caída de vasos por doquier. Menos mal que en el Antzokia tuvieron a bien el poner vasija de plástico porque sino más de 1 hubiéramos acabado en urgencias. Josemari comió y bebió todo cuanto cayo por las escaleras del Antzokia. También regó y repartió lo que no está escrito. Pero fueron aún mayores las provocaciones habladas que volvieron a caer con buen humor y gozó generalizado. Les cayeron a Oskorri, pero también a Fermín Muguruza que fue equiparado a Donald Trump. No sabemos si sólo por su similar forma de bailar y ahí lo dejamos. Lo de atacar a Bilbao y al “Bilbao” volvió a ser una buena parte. De hecho, celebraron este último concierto conmemorando una fecha especial para ellos y eso que dijeron no ser de conmemoraciones. Dicha conmemoración no ha sido la de la Gabarra, precisamente, sino el aniversario de la eliminación del Athletic en copa por parte de Osasuna de hace dos años. Así nos cantaron el célebre himno en Iruña de “¿Dónde está la gabarra?”. De paso hubo recordatorios a los muchos navarros que militan en el Athletic, pero más aún a su favorito, que no es Sancet, sino su camello, haciendo también alusión a la rumorología en este aspecto. La guinda en este aspecto supuso el alucine de Josemari al ver una bandera de Navarra con el escudo del “Bilbao”. ¡Ni a propósito, vamos). Josemari se mezcló y tiró entre el público en repetidas ocasiones y al final lo hizo también un rejuvenecido Cabezafuego que lo bordó al acordeón durante todo el concierto. El propio público también subía a arrojarse sobre el respetable de vez en cuando y no hubo graves accidentes al respecto ni cuando músicos o fans se subieron sobre los bafles más altos.
Pero, volvemos a insistir, la parte musical también tuvo su innato valor con mucho folk-punk, pero también con puro rock’n’roll o con los aromas country cuando dominaban banjo y mandolina entre los numerosos instrumentos. Los momentos más espectaculares y locos llegaron con esos ya emblemáticos himnos, coreados hasta por los camareros, con títulos obligatorios como 'Nazi De Fresa', 'Shane MacGowan Basque Paddys', ‘Euskal Herriko Oreoak’, 'Il-Argia', ‘Nafarroa Gure Aberria’ o la siempre combativa y luchadora 'Yo Luché' que es su equivalente al ‘I Fought The Law’ popularizado por The Clash y de quienes también se vieron bastantes camisetas. La invasión multitudinaria final de escenario no impidió que acabaran todo lo que tenían que tocar para cerrar su regreso y despedida final con todos los honores. El posconcierto con multitud fue también toda una alegre celebración y, de hecho, agotaron (o eso me pareció si no se llevaron algo antes) todo lo que trajeron en su merchandising. ¡No volváis ya más putos naburros que, como decís vosotros, todavía eráis jóvenes.
Fotografías: Dena Flows
Autor: Txema Mañeru
